PUEBLO INDALO

..... Y por fin el merecido descanso, ¡ qué gracia!, no hemos parado ni un día.

Salimos de La Granja con una hora y media sobre el horario previsto, ¡ qué raro! y llegamos a Mojacar con el tiempo justo para descargar las maletas y marchar a cenar, porque nos dieron la primera hora es decir las ocho de la noche, como a los guiris, y después de unos cuantos tiras y aflojas con la moza de recpeción, pues conseeguimos que nos confirmara que......... cenabamos a las ocho.

¡ Ni modo!, claro que ella no sabía con quien se estaba jugando los cuartos porque creo que salvo el primer día los demás llegábamos, algo más tarde, eso sí antes de las diez que era la hora del cierre.

La urbanización de los aparthoteles Pueblo Indalo, muy linda, los apartamentos, completos, cocina salón con sofá cama, baño completo y habitación con dos camas, todo bien. En cuanto al exterior, dos piscinas, zonas verdes, tiendas, bar, pub, sala de juegos, tienda de chuches, actividades lúdicas de día y de noche,¡completico , vamos!

Sábado 8, playita después del desayuno y por la tarde visita al precioso pueblo de Mojacar, rapidita porque fuimos en el bus y teníamos que esta a las ocho, es un decir.....

Cenita, los buffets bien, y café y copas en la plaza de la urbanización, mientras disfrutábamos del maravilloso (penoso), espectáculo que nos ofrecían el equipo de animación.

El personal tan marchoso como siempre, disfrutando, sentados como momias, sin tomar ni una sola consumición, se bajan el agua de casa, ¡ venga alegría! estos se han tomado a rajatabla lo de si bebes no conduzcas y la verdad es que había muchos padres que parecen abuelos o son abuelos que parecen padres?, no lo tengo claro, pero a lo que iba había mucho personal con sillitas de peques, los únicos vehículos que había en toda la urbanización.

Nosotros después de tomarnos el horrible cubata de ron con pepsi nos fuimos a pasearle por los alrededores de la playa y enseguida regresamos porque nos amenazaba una gran tormenta, que afortunadamente descargó después de estar ya en la urbanización, duró media hora la lluvia. eso, o me había dormido, el caso es que al día siguiente de la tormenta no quedaba más que el recuerdo.