sábado, 12 de mayo de 2007

MONTERRICO- ULTIMA JORNADA

Nuestro último día en Guate.
Pablo tenía un día de permiso para estar con nosostros, y decidimos ir a las playas del pacífico.

Nos llevó nuestro sonriente guía, Gerardo, y una vez más madrugamos para poder recorrer, ya no calculo en kilómetros, sino en horas, unas dos horas y media y como no, después de un magnífico desayuno, salimos en hora punta de Guate, sobre ls 7,15 de la mañana, con las calles abarrotadas de transeuntes y carros, después de emplear nuestra buena , media hora o algo más para salir de la ciudad, enfilamos hacia Monterrico, y un nuevo cambio de paisaje.

El trayecto , con algo parecido a una autopista hsta llegar a la zona de las playas, allí nuevamente, cambiaba el aspecto de ¿modernidad? que habíamos observado durante un corto trayecto, pero luego la zona turística nos sorprendió,
gratamente.

Llegamos a una urbanización de hoteles ene la playa, preciosa, con piscina, bar dentro de la piscina, hamacas, bungalows, realmente todo muy bonito, la playa, como diría Jose, nudista, porque estaba realmente desnuda, no había un alma.

Nosotros diez,, y unos turistas que llegaron un rato más tarde. La playa de arena volcánica, con un oleaje, qu no me explico como lo llaman el Pacífico, la verdad es que ese día estaba enfadado, y nos dió un susto de muerte, el último día y casi la liamos.

Nos dijeron que no nos bañaramos porque estaba mala la mar, y bueno, pues bajamos y les dijomos a los chicos que no se bañaran, empezaron a jugar a las palas, luego que si meto un pie, bajó Jose con intención de darse un cole, pero desistió al ver la resaca que había, y en ese momento vino una ola y se llevó a Laura que estaba en la orilla,, con el agua por las rodillas.

La llevó para adentro, empezamos a gritar, Carmina histérica, Jose y Victor entraron a buscarla y cuando ya la tenían vino otra ola y les volteó a los tres, ¡hala, otra vez los tres patas arriba!, otra ola loks acercó a la playa, pero Laura en el suelo y los otros dos tirando no eran capaces de sacarla, se la llevaba la resaca, ya entraron Pablo y David y salieron todos, gracias a dios, solo fué un susto, pero Laura estaba lívida, menos mal que sirvió para que ya no entrara ninguno.

Después del susto, estuvieron jugando a las palas y nosotros en la piscina tomando refrescos y ya llegó la hora de la comida.

Nuestra intención era regresar en dirección a Guate, nada más comer plara llegar al volcán Pacaya sobre las 6, es decir la anochecida y poder ver los ríos de lava, pero el hombre propone y dios dispone, según nos íbamos acercando al volcán las nubes eran más negras, hasta que empezó a caer una fina lluvica, y nos aconsejaron Gerardo y Pablo que así era preferible no subir, porque se formaba mucho barro y era incomodo; así que seguimos hasta Guate, donde nos esperaba la sorpresa final.

Estuvimos un rato en el hotel, duchita, arreglo y todo eso, terminar de cerrar las maletas, incluida la última que habíamos comprado (una por familia, es decir tres maletas más), dejar preparado todo para el siiguiente día, porque de verdad ese día sí, que teníamos que madrugar, a las cuatro y media de la mañana.

Pues como digo,, terminamos de restaurarnos y nos fuimos a restaurar el estómago, al restaurante en el que habíamos cenado la primera noche, Casa Marios.

Recogimos a Pablo, en su casa y allí llegaron María e Idoia, desde la Antigua, para cenar con nosotros ( y porque al día siguiente iban a la playa) y bajmaos al restaurante, allí, cuando estábamos cenando, se acercó un hombre a saludar a Idoia, y le preguntó que que raro verla por allí que como era eso, ella le dijo que había venido a despedir a unas personas de Santander, y el puso cara de asombre y dijo ahora vuelvo.

Idoia nos comentó que era el encargado o uno de los dueños, al parecer era de tres socios de ¿casualidad? Cantabria.

Cuando volvió, nos preguntó que de donde eranmos, le dijomos de Santander y el nos dijo que era lebaniego,le dije que también mi madre.

- Bueno yo soy de Vendejo.

- Mi abuelo también.
-¿Quién es tu abuelo?

- Anastasio Velarde

- Yo conocí a Jesús Velarde

- ¡Ah, el hermano de mi abuelo.

-¡Vaya, yo me llamo Jose Luis Vejo!

- Yo tenía un tío que se llamaba emilio Vejo.

-¡Coño, mi tio,, así que tú eres sobrina de Antonina!

- Pues sí.


Más o menos así se desarrolló la conversación, mira por donde tenía, yo familia en Guate.

Seguimos hablando y nos comentó que había una colonia muy grande de cántabros, sobre todo de lebaniegos y purriegos.

Entonces le dije que yo tenía una amiga cuya hermana estaba en Guate y qye era de polaciones, y va y me dice, no será Amelia, pues si,, le digo, vale es la dueña de este restaurante, junto conmigo y otro de liébana.

Si el mundo es un pañuelo, ya lo digo, encontrar gente conocida tan lejos!, si lo dicen mis amigos:

¡ Cris, lo tuyo es grave, si vamos a París te encuentras con un vecino, en Guate con familia, cuando viajamos por España raro es el sitio en el que no te encuentras con alguien!

Bueno después de cenar nos despedimos de los chicos, y nos fuimos al hotel, pa poder descansar algo antes de darnos el gran madrugón.

pablo subió con nosotros a despedirnos y allí , pues moje un poco el ojo, porque ya hasta diciembre no lo volveremos a ver, eso si no decide pasar la Navidad, fuera de casa, ya veremos.

Me queda por explicar el regreso, resumen de anécdotas, lenguaje chapín, en fin unas pocas cositas, pero eso......eso..... será otro día.

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