miércoles, 2 de mayo de 2007

VIAJE 2ª PARTE

Nos quedamos en Guate, el domingo de resurección, y nos acostamos, esta vez no muy pronto a pesar de que al ddía siguiente madrugábamos para la nueva aventura de esa semana.

El lunes 9 , a las seis de la mañana ya estábamos desayunando, como unos auténticos profesionales para empezar el largo y fatigoso día (estar de vacaciones cansa mucho).

A las 6,30 horas nos esperaba nuestro nuevo guía, Walter, quién iba a tener la suerte de compartir con nosotros dos maravillosos días.

Sobre ls siete y media de la mañana arrancamos, pues ya se sabe, que si hay que pagar el hotel (vaya costumbres más absurdas), que si donde está fulano y ahora quién falta, y los niños?, bueno lo de siempre par no perder los buenos hábitos, pues como digo a las siete y media, aproximadamente nos pusimos en camino hacia Rio Dulce.

Este lugar se encuentra a 280 km de la capital, (5 horitas de nada)y se halla dentro del lago Izabal, que desemboca en el mar del Caribe, por Livingston.

Después de conseguir salir de Guate, en medio de todo el caos de la hora punta, y de cinco horas y media de camino ,con parada en Quiriguá, parque en donde se encuentran restos de la cultura maya, muy bien explicado por Walter, realmente esta parte del país es totalmente diferente a todo lo que habíamos visto hasta el momento, más llanuras, prados, fincas de ganado, verdor, también zonas más áridas, plataneras, etc, pues como digo, por fin llegamos sobre las 13.30 a RioDulce, al precioso hotel Catamarán.

A el solo hay posiblidad de llegar en barca, ésta nos estaba esperando y en un plis plas, cargaron las maletas ya nosotros y nos llevaron hasta el hotel.

Bungalows, de una habitación, muy amplia, con baño privado, aire acondicionado, ventiladores de techo y pared , repelente para los mosquitos, que allí abundan, cada habitación tenía una amplia cama de matrimonio y dos camas individuales.

Dejamos el equipaje, nos pusimos ropa cómoda, pues apretaba el calor y nos fuimos navegando hasta Livingston, hora y media y llegamos hasta la única comunidad garifuna del país. De raza negra, descendientes de esclavos, cuyos barcos, al parecer naufragaron hace algún siglo y se establecieron en esa zona costera.

Si ta de por sí, el habitante de Guatemala, se toma la vida con tranquilidad, en esta zona es por demás, allí creo que la tasa de muerte por infartos no existe, vamos que no saben lo que es eso.

El guía nos llevó a comer a un supuesto restaurante, y digo lo de supuesto pues si les pilla sanidad se les cae el pelo y la mugre, que sitio más cutre, sucio y horroroso. Tardaron dos horas y media en servirnos una exigua comida, pues después de vislumbrar la coina decidimos comer poco y muy cocinado, mientras tanto Jose y Carmina fueron a un banco a cambiar dolares y a pesar de que solamente había dos personas delante de ellos tardaron tres cuartos de hora, pero eso sí se vieron teletienda, el serial de turno y alguna noticia, porque ¡ para morirse! en el banco había una gran televisión, no me extraña, cuenta el dinero cinco veces si si cinco veces, lo mismo los billetes que las monedas.


Lo poco que vimos de la ciudad no nos gustó, la verdad es que fue muy poquito, exiguo, más bien, del embarcadero al restaurante y vuelta, a las cinco y media nos dice el guía que si queremos ver algo, y en vista que allí también anochece a las seis y se tarda más de una hora en llegar al hotel, le dijimos que mejor era marcharse, y nos contesta ¡ con un par!, no hay pena, hay tiempo.

No obstante decidimos marcharnos y claro en medio del lago. de pronto se hizo de noche, preciosa,, llena de estrellas, a toda pastilla por un lago más negro que las hormigas y ¡ sin luz en el barco !.

De repente vemos que Walter, enciende el móvil y se pone a alumbrar al marinero, nos quedamos estupefactos, después de la primera impresión, nos entró la risa, pero de nervios, pasaban por nuesto lado otras barcas en las mismas condicones, es decir a toda lecha y sin luz, bueno pensamos que allí entregábamos nuestra alma al creador.

Gracias a dios,, que Jose llevaba en la mochila una linterna y con ella alumbramos un poco por donde íbamos,, por fin llegamos sanos y salvos al hotel y en aquel lugar paradisíaco, nos refrescamos y disfrutamos de un merecido descanso, bañito en la piscina climatizada, caliente, varias veces, cervecita, zumos y demás bebidas ricas, ricas, encargamos la cena para las 8,30 poorque allí cierran la cocina a las nueve, y decidimos cenar en la zona del embarcadero, porque yo creo que no lo entendimos muy bien, si cerraban a las nueve por qué no nos lo sirvieron en el comedor y tuvieron que estar p'arriba y p'abajo más de una hora , terminamos cerca de las diez, porque prisa , prisa, no parecían tener.

Luego nos sirvieron unos cubatitas y nos pusieron un radicasette con salsa, bachata y merengue y allí estuvimos bailando hasta que decididmos irnos a domrir para poder madrugar al día siguiente.

No hay comentarios: